7 cosas que le pasan a un estudiante de Derecho

Aunque ya han pasado algunos años desde que di por finalizada, y por licenciada, mi aventura por la facultad de Derecho, hay situaciones por las que cualquier estudiante de Derecho ha pasado, está pasando y lo seguirá haciendo:

  1. El clásico entre los clásicos: el amigo, primo carnal, primo segundo o conocido en la panadería que al enterarse de que estudias Derecho no tarda ni cinco segundos en decirte eso de «¡ya tengo quien me saque de la cárcel!». Ay, la asociación automática de Derecho y abogacía. Ay, la asociación aún más automática de abogado y gratis.
  2. Otra pregunta de la que no te librarás: «¿pero defenderías a un asesino?». Unos meses y el artículo 24 de la Constitución te saltará de la boca automáticamente al oírlo.
  3. Quizás no en los primeros años y seguramente en todas las facultades, pero pronto te darás cuenta que la universidad está llena de personas, que quizás como tú, seguro que como yo, no sabían qué hacer con su vida y se dejaron llevar por consejos o intuición. No todo es vocación, la pasión también se puede descubrir.
  4. Que risas cuando piensas que te has librado para siempre de los números porque tú has elegido una carrera de letras, una carrera vinculada al latín… y no.
  5. Pero tranquilo, amas las letras y tendrás letras, códigos, manuales, apuntes, sentencias… Leerás mucho, y está bien, y te gusta, pero la miopía no perdona y acabarás necesitando gafas.
  6. En los primeros años de facultad, en cada reunión de amigos, te enfrentarás a un montón de preguntas jurídicas para las que aún no tienes respuesta y peor aún, cuando la tengas, la mayoría de las veces no te entenderán.
  7. Mi favorita y con mucho que ver con la anterior: «explícamelo para que lo entienda».

Y de esta última va en realidad este blog. A ti, estudiante de Derecho, que pronto harás bromas privadas sobre perseguir abejas por fundo ajeno y que ves un contrato bilateral cada vez que vas al Mercadona, no hará falta explicártelo para que lo entiendas, pero puedes quedarte por aquí igualmente y quizás sentirte identificado con alguna de las situaciones y anécdotas que se irán publicando, o comentar lo que quieras y explicarlo mejor que yo.

Y a ti, no jurista, intentaré explicarte la regla general, la excepción, la excepción de la excepción, la…

En realidad no es tan feroz el lobo 🙂

Sea como sea, ¡bienvenidos!

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